La Paz, 25 ago (UC/MS).- Autoridades del Gobierno y representantes de organizaciones originarias del país resolvieron fortalecer el plan destinado a proteger la salud de los pueblos indígenas contra el COVID-19.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos por hacer posible que la asistencia médica llegue a todos los bolivianos, en todos los rincones del país, sea posible”, afirmó en un acto público el Viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional e Interculturalidad, Óscar Landívar.
Ante la emergencia del COVID-19, el Ministerio de Salud puso en marcha en mayo pasado un plan de atención y apoyo a los pueblos indígenas junto a los viceministerios de Coordinación con Movimientos Sociales, de Tierras y de Medio ambiente, además de la participación de Defensa Civil, entre otros.
Las autoridades acordaron ejecutar una segunda fase de ese plan junto con la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) y otras organizaciones originarias.
“Este trabajo es un testimonio de ese esfuerzo mancomunado de las instituciones del Estado con los pueblos indígenas (…). El esfuerzo conjunto para hacer posible la ayuda es absolutamente necesaria”, enfatizó Landívar.
La segunda fase del plan de mitigación se desarrollará en los pueblos indígenas del norte de La Paz, Beni y Pando, del 25 al 30 de agosto, en favor de aproximadamente 12.000 familias.
Las poblaciones indígenas recibirán insumos de bioseguridad, atención en salud, medicinas y alimentos.
“Agradecer a la Presidente (Jeanine Añez) por brindar apoyo a los pueblos indígenas, a las 34 naciones de las tierras bajas y también de las tierras altas. Estamos agradecidos de que la ayuda llegue a nuestras comunidades, hasta el último rincón del territorio donde vivimos los pueblos indígenas”, remarcó el presidente de la CIDOB, Pedro Vare.
